✘ "El Libro del Protector" y "Grimorio"

La Saint Patrick's Academy es la academia de la ciudad de Nueva York diseñada para amparar a los luchadores de la iglesia Católica vulgarmente conocidos como Hunters. Se la utiliza también como un centro de entrenamiento para los jóvenes cazadores que el vaticano toma a su cuidado debido a que no todos pueden ser trasladados a Italia, hay una Academia en cada una de las ciudades mas importantes del mundo donde se le enseña a los jóvenes el arte de la lucha, lenguas, ciencias  y la teología. En la academia también se les otorga a cada uno de ellos el "Libro del Protector", libro creado por el propio Gabrielle Amorth para sus sucesores donde tendrían siempre consigo y a alcance las trampas mas importantes a la hora de la lucha con demonios.

Si bien todos y cada uno de los Médium han nacido con una habilidad especial que los caracteriza y la que aprenden a utilizar casi de forma natural, hay otros conocimientos que han ido adquiriendo en casa, por parte de sus madres y padres, hay ciertas habilidades y hechizos que solo pueden aprender estudiando con aquellos que tienen mucho más años de experiencia, así también, controlar esas habilidades no es cosa fácil.

Cada uno de los hechizos permitidos por el "Concilio de Brujas" y que pueden ser enseñados en la escuela, están recopilados en un libro llamado “Grimorio de las brujas”. Son hechizos ancestrales, que pueden ser usados tanto para el bien como para el mal, todo depende del Medium que las practique y cuál será el significado que le dará.



La magia que todo Médium puede canalizar desde la Madre Tierra hasta su cuerpo, no es más que un flujo de energía.  Este flujo, que va entre dos núcleos,  se canaliza a través del cuerpo lo que nos ayuda a controlarla y poder usarla a nuestro gusto sobre todo para darle ''forma''. El cuerpo puede tanto contener como dispersar esa magia que llamaremos “energía primordial”. Sin embargo solo se puede controlar a través de las palabras y todo Médium puede hacerlo. Las palabras son edictos y son ley, sin embargo debemos recordar una regla simple: “Las palabras son poderosas. Son energía. Describen la realidad y más que eso, la crea.” Por ello hay que tratar con mucho cuidado cada conjuro, cántico o hechizo realizado, porque recordemos, que cada médium tiene una esencia diferente, como cada persona es distinta en su psicología.

Nuestra magia está determinada por la existencia de tres entes que intervienen de manera bastante significativa en nuestras acciones. Estos son: Amor-Voluntad-Inteligencia. Entre ellos, la magia discurre por una especie de circuito cerrado de forma que ni sale ni entra. Está por tanto, en equilibrio. Con el paso de los años la magia se ha ido extinguiendo como así las llamadas brujas, dando paso al médium como lo conocemos, una criatura espiritual. Ahora, por que empezamos con esto, porque cada conjuro, cántico y hechizo de este grimorio, está sujeto a esta trinidad, si por ejemplo no carecemos de inteligencia, pero sí de amor, el hechizo se verá evidentemente afectado. Generando maldiciones que pueden afectar  a su vez a otros, un mismo hechizo por tanto, puede tener una connotación buena o mala. Recordemos que la magia no es buena ni mala, la persona decide cómo usarla, pero deja siempre un rastro que se anida en el alma de la persona, iluminándola u oscureciéndola.